Mucha información se encuentra en la red sobre los distintos tipos de editoriales:
* Tradicionales *
* Autoedición y Coedición *
* Impresión Bajo Demanda *
Pero esta entrada no es para definir cada una de ellas, sino para hablar sobre un moderno y peligroso (según mi pensar) tipo de "editorial" que parece ir tomando forma y fuerza. No sería correcto decir cuántas existen, no solo porque es algo que considero moderno sino que algunas se podrían presentar como editoriales del grupo arriba mencionado y en realidad no sean, o viceversa. Y esto requiere investigación algo más extensa. Pero me arriesgo a decir que en cada país (al menos hispano) puede que exista una de estas editoriales, o lo que yo llamo:
* Autoeditorial *
Y es que, dentro de todo lo que conlleva crear una editorial, considero esta versión como la más sencilla y práctica de lanzar al mercado. No se debe confundir con la Autopublicación, que es cuando el autor es el dueño del manejo absoluto de su obra. Para hacer un paréntesis, la autopublicación, como bien está compuesta la palabra, es en resumen la plena autonomía para publicarse, usando recursos propios o externos que el autor va seleccionando. Por ejemplo, yo me autopublico, corrijo mis propios libros, los maqueto, pero en ocasiones he necesitado de otra persona para que me haga las portadas, bien sea por asuntos de tiempo, trabajo o quiero otro estilo.
La Autoeditorial la veo como una Autopublicación pero más cool, con un estilo profesional y serio porque... *redoble de tambores* tiene un sello. Pero no necesariamente ocurrirá en cada una que se vaya presentando. Entonces, ¿qué podemos decir que es la autoeditorial? Para explicarlo con material ilustrativo, una Autoeditorial se da de esta forma:
Juan es escritor, ha enviado muchos manuscritos a editoriales tradicionales. Quizá se siente frustrado, cansado y tiene derecho a sentirse así. Todo ego secreto (o en ocasiones no tanto) es que logremos ser publicados por una editorial y si es de renombre pues mejor. Como no le responden decide investigar con los otros tipos de editoriales y se da cuenta que debe invertir mucho dinero, a veces muchísimo. Es ahí cuando se forman estos pensamientos latentes: "¿Qué garantía tengo de poder recuperar la inversión? ¿Me compraran mucho? ¿Tendré reconocimiento suficiente como para volver a invertir?" Quizá se anime a intentar o lo siga de largo. Mira la autopublicación pero no se siente confiado porque quiere, de todo corazón, que un sello lo represente. Entonces se le ocurre una idea: "Voy a crear mi propia editorial". Y por ese camino va Juan, se cruza con su amigo Pedro que corrige, a Mateo que maqueta, a Sofía que hace portadas, a Luis que compra un par de ISBNs, a María que se encarga de la promoción en redes sociales y a Benito que responde los email, quizá y con suerte tenga un amigo abogado para los asuntos legales o solo tome algún curso para asesorarse bien. Se remueve las manos, se sienta en la sala y reposa los pies sobre la mesita de centro con emoción. Luego se reúne con sus amigos y deciden qué nombre le pondrán a la editorial. Una vez terminado ese paso, se crean una pagina en Facebook, quizá Twitter para verse formal y de paso Instagram (porque en IG todo se ve más bonito *wink, wink*). Como no tiene mucho dinero se hace de un blog, no tiene aún para tener su propia web profesional y presentable, pero le basta con las redes sociales porque es donde más interacción se puede tener con el público. Luego publica sus propios libros bajo ese nuevo logo y nombre editorial, publica a un par de amigos y lleva todo a las librerías.
Resultado de Juan: Mis libros están bajo un sello editorial porque eso se ve presentable (y confiable) y he logrado la meta.
Eso es, en materia, una Autoeditorial. Aquí la persona se crea su propia editorial y se publica bajo ella, porque eso le da credibilidad, le da fuerza y presencia. Debo aclarar que no es malo hacer lo antes mencionado, que Gabo me libre de juzgar eso como algo negativo. El problema de este estilo moderno es que realmente nace de una intención únicamente personal, íntima, no como algo a nivel de mercadeo, a nivel visionario. Nace porque "yo quiero un sello cool en mis libros". Por lo general este tipo de editorial, al contar con un equipo ultrapequeño y de muy bajos recursos, son incluso más meticulosos con lo que publican. Por ejemplo, si Juan escribe y publica poemas y sus amigos íntimos también, es lógico que esa será la línea a seguir (porque con un equipo pequeño es más fácil concentrarse en un solo nicho). Juan va creando conexiones, porque es el dueño, así que cuando un amigo o conocido se le acerque, si cumple con esa línea será publicado también. Incluso puede darse el caso de que no publiquen nada más, solo al dueño, amigos y conocidos cercanos, si importar que otros lleguen bajo esa misma línea, porque en realidad el dueño hizo la editorial para él, quizá con poco o ningún conocimiento y para abrirle los brazos a todos tendrá que invertir mucho.
Otro detalle es la distribución. Es casi una regla de oro que estas Autoeditoriales sólo van a publicar a los locales, en terreno local, o pueden publicar a extranjeros pero únicamente en terreno local. ¿Y la impresión? Hay dos formas de hacerlo. Al ser un estilo editorial moderno, con muchos límites modificables, bien pueden pedir cierta cantidad de copias fijas donde sacan ganancia o que sea el autor quien pague por la cantidad que necesite, sin tener nada que ver con la editorial en sí. Los derechos de autor también son tema de juego, al igual que las presentaciones de libros (si es que logran realizar aquellas que no sean del dueño o sus amigos íntimos).
En fin, es un tema que puede extenderse y hablar mucho de ello, al ser un estilo reciente es terreno desconocido y, en mi opinión, poco confiable. Hasta cierto punto, peligroso, porque no hay antecedentes para comparar, no hay reseñas o experiencias (sin contar con la de los amigos o el propio dueño), no hay énfasis en la distribución al extranjero, no hay diversidad en géneros literarios y, lo peor de todo, no parecen tener la intención de hacer algo más. Te da esa sensación de que todo ha sido solo para favorecer a una o dos personas. Sí, basta con navegar por la web, escribir Editorial e indagar para notarlo, hay cientos de sellos y parece que va en aumento. ¿Pero esto puede cambiar? Por supuesto, de hecho puede ser el camino hacia la transformación de una editorial como las mencionadas al inicio (menos la coedición, que me parece la que más cercana a cometer estafa). ¿Puede cualquiera hacer una Autoeditorial? Bueno, no diría que cualquiera, pero sí es muy viable si se tiene ganas, en especial en tiempos donde la tecnología nos permite incluso hacer una página web en un par de horas.
Tómalo o déjalo, puede que no te guste esto o puede que sí. Así es como el mundo editorial evoluciona junto a todo. Solo te aconsejo guiarte bien por lo resultados, leer experiencias y tener mucha paciencia. O probar la autopublicación (algo que recomiendo mucho). Aunque después de todo quizá yo también haga una Autoeditorial para decir que tengo un sello... porque es cool. *wink, wink*
