Amado mío,
Celebrar contigo
un día como hoy me llena de mucho más que emoción. Me siento plena y llena de
júbilo al poder palpar la fortaleza, confianza y seguridad que hemos alcanzado.
Hemos cultivado y cosechado. Hemos crecido y madurado juntos, superando tantas
pruebas y desafíos duros, donde solo los más fuertes prevalecen. Hemos creado
seres, construido planes. Y mientras el tiempo no se toma la libertad de
detenerse, y los días siguen marcando el ritmo de la vida, aquí seguimos
juntos. Doce largos años, que parecen ser tan solo unas pocas horas para el
amor tan profundo que sentimos, pero tan llenos de páginas y páginas de
aventuras, lecciones, retos y pasiones. Y a pesar de esos momentos de
oscuridad, a pesar de esos tiempos en los que nada parecía tener sentido,
nuestro poder y deseo de permanecer ha podido con todo. Miro a mi lado, y a
veces siento que somos los únicos en este mundo. Pues nadie como tú para
conocer mis secretos, y nadie como yo para guardar los tuyos. He tomado tu mano
tantas veces, que puedo dibujar tus líneas con los ojos cerrados. He besado
tantas veces tu boca, que aun si perdiera el sentido del gusto seguiría
saboreando el placer que me provocan tus labios. Bien sabes tú todo lo que te
daría, pero no encuentro algo mejor que darte que un corazón plenamente abierto
para ti, con toda mi sensibilidad, amor y emoción dibujada en letras. Nuestra
complicidad ha sobrepasado los límites de lo conocido, y a estas alturas, los
lazos que sostenemos tú y yo; aunque sean incomprensibles para muchos, seguirán
creciendo, haciéndose más fuertes, hasta que un día nuestro amor nos haga
inmortales. Por estas cosas dichas; y muchas otras más que solo las escuchará
tu corazón cuando te mire a los ojos, me siento orgullosa de decir libremente
que estoy feliz a tu lado. Y es mi más puro deseo de celebrar no solo otros
doce años más, sino toda una vida a tu lado.
Con amor, mucho,
mucho amor:
Tu esposa.