Hola,soy

Aura Rodríguez

Escritora Est.Licenciada en Comunicaciones Editora y Correctora Mentora (coacher) literario

Sobre mí

¡Hola!

SoyAura Rodríguez (AuraLuna)

Escritora / Est. Licenciada en Comunicaciones

Me gusta el café frío, el té y la música lofi/chill. Vivo en un bosque mágico. Comencé la aventura de escribir novelas y cuentos en el dos mil cinco, por lo que hoy mi pasión y estudios están enfocados en la literatura. Estudio una Licenciatura en Comunicaciones en la Universidad Ana G. Méndez. Actualmente brindo servicios independientes a escritores que desean autopublicar o tener una mejor calidad en su edición, desde el inicio de una portada hasta la promoción del libro en redes sociales. Obtuve varios diplomados en el sector Editorial, certificaciones de Coaching y Mentoring, Manejo de Redes Sociales, Marketing Digital y cursos aprobados por la empresa Facebook para la creación, seguimiento y productividad de cuentas, contenido y anuncios. También hago páginas web y/o blog sencillos, tanto para autores como negocios pequeños.

Servicios para escritores

Amazon

Si quieres vender tus libros en Amazon es muy importante tener la imagen correcta, una buena biografía y que las obras estén ubicadas en su categoría correcta. Hago cuentas de Amazon con todo lo requerido para que comiences a vender y destacar.

Maquetación

La maquetación se realiza tanto para la versión impresa como digital. El precio es más bajo cuando se solicita un paquete (Maquetación + Corrección) pero este servicio se puede solicitar por separado. El tiempo varia según la cantidad de palabras/páginas.

Carteles promocionales

El Cartel de Promoción es un diseño, principalmente cuadrado, que sirve para promocionar el libro, ya sea su versión impresa, digital o ambas. Se realiza dependiendo de la temática, género literario o a gusto absoluto del autor. Este cartel puede ser compartido en redes sociales y/o web del autor.

Coaching literario

Si eres un escritor que recién comienza, ya tienes varias ideas plasmadas o, por el contario, estás a la mitad de tu obra pero tienes dudas, inseguridades, sientes que necesitas un empujón, entonces este servicio es ideal para ti. Soy Coacher literaria y voy a ser tu aliada en el proceso de tu libro. Voy a guiarte, dialogaremos sobre tus personajes, las escenas, te ayudaré a superar la procrastinación, el bloqueo y te daré la mano con esas ideas, ambiente y seguridad que necesitas para terminar tu gran trabajo. Vamos a sumergirnos en el mundo que has creado.

Diseño web y Social Media

Realizo páginas web para autores que quieren tener una presencia profesional, aparte de las redes sociales. Esto es ideal para autores que tengan una obra o más, que desean fortalecer su marca, vender sus libros o simplemente crear contenido por medio de un blog. Las posibilidades son muy amplias y las razones muchas para tener una página web. Hoy, una gran cantidad de escritores que ya venden por Amazon o librerías cuentan con una webpage. También administro redes sociales, si el autor solo desea enfocarse en escribir y que su contenido siga relevante.

Corrección y Edición

Realizo corrección de texto, ya sea de ortotipografía o estilo. El precio varía según el tipo de corrección deseada, se puede solicitar un solo tipo de corrección o ambos. El tiempo de entrega también varia según lo extenso de la obra y se hace por dos o tres fases (todo se coordina con el autor). La edición es distinto a la corrección y de vital importancia, se analiza el texto para pulir sus cualidades.

Publicaciones

Una mirada...


La única forma...


Tu boca es...


Un beso


Pensando en ti


El dolor del olvido


Estar ahí...


La mentira del último aliento

Dicen que justo en el momento antes de soltar el último aliento, logras ver los recuerdos de tu vida, pasando ante tus ojos como una película. Y no hay nada más falso que esto. Ayer la muerte me saludó con la mano, pasó frente a mí, y me dijo: “aun no es el día, pero te observo”.

Todo comenzó tras una salida a última hora, tenía que ir al banco y hacer un depósito con la suma de tres dígitos, o la persona necesitada tendría un contratiempo de los irreparables. Nada material iba a ganar por el esfuerzo, tan solo la satisfacción de hacer un bien, solo que aquella mañana, ese bien se vería encasillado bajo la etiqueta de “los bienes que hacemos de alto riesgo y que la vida no nos recompensa con dinero”. Me detuve frente al semáforo en rojo, activé la palanca de emergencia, y le eché una miradita a mi niño más pequeño, quien dormida plácidamente, ajeno a lo que ocurriría. La hora avisaba que se acercaba el medio día, horario del tapón, de la locura, del estrés, y antes de replantearme la idea de tomar otra ruta alterna, el semáforo cambio a verde. Tan solo fueron seis segundos, tiempo módico para quitar la palanca de emergencia, quitar el freno, y apretar con suavidad el acelerador, seis segundos que de haber sido cuatro, ahora mismo estuviera siete pies bajo tierra. De la nada, como un celaje dejando tras de sí un rastro de humo gris, un pequeño y viejo auto cruzó toda la avenida, de un extremo a otro. Se había comido por completo la luz roja, a unas 70mph, y, a riesgo de ser detenido por un policía y recibir la multa de su vida, nos encontramos a solo tres o cuatro pulgadas de distancia. Y dicen que justo antes de morir, ves tu vida pasar frente a tus ojos, pero en ese instante, lo único que vi frente a mí, fue el terror y el miedo del daño inminente que pudo haber sufrido mi pequeño. No hubo más, no aparecieron recuerdos, no vi ninguna imagen, ni siquiera se escuchaba el ruido de los autos. Y entonces morí: sé que mi corazón dejó de latir por segundos, o eso sentí con certeza, porque el aliento dejó de fluir, y el frío se apoderó de mi cuerpo, paralizándome en el acto. Mis nudillos se tornaron blancos por aferrarme fuerte al volante, y fue solo entonces, cuando volví a recobrar la audición, que miré nuevamente a mi hijo. Él seguía dormido, tan tranquilo, sin saber que su madre había sufrido una muerte mental, a punto de quedar huérfano. Y pensar que si hubiese acelerado un poco más rápido…

Quizá queremos aferrarnos a la idea de que antes de morir, ves tus recuerdos pasar, solo por el consuelo propio de que todo irá bien, de que nos iremos a la tumba con alegría y satisfacción. Pero por más duro y cruel que suene o parezca, la vida es muy irónica y sarcástica como para darnos tal placer luego de haber gozado tanto. Sería muy fácil irnos así, cuando en realidad, aun bajo el fuego del tormento, nos aferramos a la vida, porque sabemos que la muerte es irremediable. Lo que queda, justo antes de ese último aliento, será la esperanza de un segundo más, o de cualquier otro sentir que tu mente produzca, sin ninguna fanfarria de películas o recuerdos, porque nosotros no estamos hechos de recuerdos, sino del sentir.

Y yo no conozco mi fecha de expiración, tampoco quiero saberla, y supongo que tú igual. Pero al menos, el tiempo que nos quede, que nos quede para vivir la vida y no esperar hasta el final.              

Corazón perforado

Prefiero caer en el abismo de la oscuridad, antes que entregar la poca cordura que me queda, y ver cómo te regodeas entre las flores del Jardín del Edén, mientras a todas las riegas con tu cariño. Prefiero tener el corazón perforado, sangrando, y ver a lo lejos tu sonrisa para que no seas capaz de sanar mi herida, porque sé, irreparablemente, que la abrirás de nuevo. Preferiría; porque no tengo el control de mi condición, no mirarte. Pero ya es tarde, o tal vez no: he logrado escapar del cuidador de las flores, solo para observar en silencio y risas furtivas el encanto irremediable. Y eso, para mi condena, solo me retiene aún más en el abismo de las penumbras.

AuraLuna 

Yandere

¡Yandere!- me gritaban en la calle. Nunca entendí el porqué, si lo único que tenía al filo del ventanal era la treintena de orejas masculinas, todas dentro de hermosos frascos de colores que al atardecer formaban una aurora boreal dentro de mi casa.

AuraLuna


Contracción

Seres oscuros invaden mis ojos, me poseen, me seducen. ¡Oh!, mi alma se corrompe entre las sombras y la luz que aún queda en el rincón. ¡Oh!, mi cuerpo se inflama y convulsiona, me hacen perder la razón. Me hacen danzar, tener visiones perversas, me abren la boca y sacar la lengua. Hablo en idiomas incomprensibles que solo ellos saben descifrar, me susurran, me incitan, me provocan ansiedad. Seres oscuros que me usan, seres sin rostro, sin forma alguna. Tengo contracciones, me abro, me cierro, y exhalo un último aliento. Luego llega la calma, ellos se van, quedo vacía e inmóvil, pero envuelta en paz.


AuraLuna


Incomprendida

Elena caminaba de un lado al otro, nerviosa, sosteniendo un pedazo de pan mientras pensaba si comerlo o dárselo a las gallinas.

- Es que no te entiendo. La gente normal habla, se comunica con palabras y dice lo que piensa. Y tú eres anormal, porque pretendes que te entienda cuando te quedas callada- le decía él.

- ¿Realmente piensas eso? Entonces creo que me equivoqué en confiarte ciertas cosas. Porque yo no soy normal, no soy gente común como tú. Soy diferente, hablo con los ojos y las manos, hablo, maldita sea, luego de pensar bien si vale la pena mi respuesta. ¿Quieres una conversación plana y trivial? Háblame entonces del mensaje ridículo que dio el gobernador del país, del envoltorio mal hecho que tienen los chocolates y que cuesta abrirlos, háblame del loco vecino que deja la basura tirada en todo el césped por días. Pero no me vengas a decir que soy anormal solo porque no entiendes que veo lo que tú no. Yo veo el agotamiento en el gobernador, veo en el chocolate el trabajo que han hecho para meterlo en el envoltorio, y veo la depresión del vecino que ni él mismo nota. Si tú no me entiendes, calla, cállate y piensa que el problema lo tienes tú por ser superficial. Y ahora creo que acabo de comunicarme contigo lo suficiente.

Elena, soltando la ansiedad y tragando su llanto, le dio la espalda y tiró por la puerta el pedazo de pan; las gallinas fueron a picotear con alegría, ajenas al embate dentro de la casa. Salió de prisa, como alma que lleva el mal hacia los confines de la tierra, y el viento la recibió, acariciando sus mejillas y secando las pequeñas gotas que comenzaban a salir. Y escuchó el susurro de tranquilidad, y por unos instantes no se sintió sola.

AuraLuna

La rosa solitaria

El maestro Smith reposaba en su cómoda silla de cuero, sosteniendo una copa de vino blanco. Era sábado en la tarde, el día en que podía darse el gusto de disfrutar del silencio en su espacio preferido: el estudio.

De entre tantos libros que tenía a su disposición, siempre volvía a leer su preferido: "La rosa solitaria". No se cansaba de encontrar algo nuevo, como si leyera sus propios pensamientos. Tal vez el hecho de que fue escrito por un joven de unos veinticinco años influía, pero la belleza en las letras, la forma en la que poco a poco el personaje maduraba, lo hacía sentir el protagonista de aquella novela. A la segunda copa de vino se detenía en uno de los párrafos de mayor impacto. Decía: "... ella no sabía que la amaba, pero tampoco quería que lo supiera. Mi ignorancia podía estropear su pasión por las flores, su vasto conocimiento, ese que nadie ponía en valor. Porque ella era una rosa, crecida entre las grietas del cemento, pisoteada muy seguido por seres insensibles. Y yo no quería ser uno de ellos". Al terminar de leer, tomaba un último trago y cerraba el libro de golpe. No podía evitar recordarla, la imagen de la hermosa y tímida Rosa siempre inundaba su mente. Se levantó en silencio, y con lentitud se asomó por la ventana. Un cuadro perfecto, pintado con el mejor pincel se mostraba ante sus ojos. Un cielo azul acompañado de pequeñas nubes blancas, montañas verdes y saludables, el pequeño camino de tierra, las humildes casas de los vecinos. Pero la mayor pieza de admiración era ella: Rosa, la mujer a la que nunca se atrevió a decirle lo que sentía. Desde la altura de la ventana, el maestro la observaba mientras ella, con dulzura y sutileza, cuidaba las flores de su jardín. Veía cómo movía sus manos, y le pareció escucharla cantar. Cerró sus ojos, queriendo capturar para siempre aquella imagen.

El sonido de una máquina lo trajo de vuelta. La enfermera cerró el libro y se dispuso a levantarse. Pero el señor Smith le sostuvo el brazo, gastando la poca energía que le quedaba. La miró suplicante.

- Pensé que se había quedado dormido, señor Smith.

Él volvió a mirarla con suplica.

- No, sabe que es hora de la terapia y el doctor llegará pronto.

Él bajó la vista y no dijo nada. Al instante el doctor hizo presencia, sosteniendo un gran expediente. Se acercó a la enfermera y procuró no hablar muy alto.

- Rosa, ¿le volviste a leer su libro? Sabes que ya no recuerda que fue escritor.

Ella lo miró con incredulidad y pena.

- Sí, pero él tiene derecho a recordar lo que una vez sintió.

Y echándole una última mirada, Rosa salió de la habitación, sosteniendo el libro del gran maestro Smith en su pecho.


AuraLuna

Invasion



No te di permiso para que te quedaras en mi mente. ¿Ahora como dejo de pensar en ti? Sal, por favor, porque si esta noche vuelvo a pensarte, en mis sueños te haré tan mío, que al despertar sentirás que dejé parte de mí en tu cama, y el olor a canela cubrirá tu casa. Entonces sabrás lo que se siente pensar en alguien todo el día.


AuraLuna


Inyección intrapiernosa

Dícese inyección intrapiernosa: instrumento útil que penetra la piel, principalmente con propósitos de salubridad para el cuerpo y la mente, usado entre parejas, sin limitarse a usos solitarios (este último es una copia de la inyección original, un genérico). Esta inyección puede variar de tamaño, y en algunos casos el piquete puede ser de mayor intensidad, por lo que se aconseja respiración profunda antes, durante, y después. En caso de utilizar la inyección genérica, procure tener mano firme y total concentración. Las dosis pueden variar dependiendo de las necesidades de cada individuo, ya que no existen especificaciones sobre su uso. En caso de tener algún malestar, ardor o sangrado, pídale de inmediato al portador de la inyección que revise el canal inyectado y determinar si debe ser retirada unos segundos. Los efectos secundarios también varían, pero según estudios, puede experimentar ligeras convulsiones, contracciones abdominales, sudor, mareos, pérdida momentánea de la conciencia, habla de lenguas (no necesariamente entendibles), palpitaciones aceleradas, y finalmente un agotamiento físico, donde puede sumirlo en un sueño relajante. Recuerde hacer buen uso, ya que en pocos casos se han reportado adicciones. Inyección intrapiernosa, para la buena salud. Disponible en una cama, baño, cocina, sala, comedor, patio o donde a usted se le ocurra cerca de ti.


AuraLuna
Aura Rodríguez
Work: 939-299-4103
Puerto Rico

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