Ella se disfrazaba de silueta varonil,
usaba letras neutrales para no llamar la atención, y su nombre era una
recopilación de sus artistas más queridos. Escribía sin intención de ser
visible a gran cantidad, y su recitar incitaba a las emociones justas, pensando
que podía sostener con seguridad su apariencia. Pero no se percató que yo
también sabía camuflajearme entre las letras neutras, tras un rostro indefinido
y un nombre al azar cualquiera. Se le olvidó que entre lo desconocido y lo que
sabemos, caminamos igual por la misma línea fina. Yo por ahora le dejo campo
abierto, para disfrutar a partes iguales el deleite de los duelos, mas si algún
día decidiera mostrarme sus verdaderos ojos, serían eternamente adorados en
silencio y secreto.
AuraLuna
Tu incultura artística no detiene mi tren
de palabras. Tus rieles dañinas solo me hacen tomar el camino correcto,
poniendo en sobre aviso a los demás transeúntes. Para tus bombas de humo tengo
una mascarilla especial en blanco y negro, y te quedes asfixiado lentamente en
ellas. Tus cuchillas presuntuosas y tus celosas balas, no hacen mas que hacerle
cosquillas a mi chaleco. Y para tu lengua venenosa tengo una poción especial:
una pizca de lástima, una taza de alegría, un litro de ignorar, y agua del
olvido. Así que tu incultura llévala a otras montañas, donde quizá te acojan
los neandertales.
AuraLuna
Poción contra la incultura
Aura Rodríguez
2:48 p.m.
Caminaba por el sendero menos transitado,
dejando huellas fangosas tras de sí. Tambaleando, sostenía su abdomen
intentando detener el riachuelo espeso y rojo que brotaba de la herida. De sus
labios secos y blanquecinos no salía palabra de auxilio, tal vez por esa otra
herida que amenazaba con terminar su vida de forma rápida.
Se detuvo, miró hacia ambos lados y divisó
unos focos deslumbrantes acercarse. Puso empeño en levantar su mano libre, con
esperanzas lejanas de ser salvada. Pero el auto siguió de largo, levantando una
fina capa de humo sobre el suelo. Por instantes le pareció que aquel vehículo
pasó de ella muy cerca a su cuerpo. Miró con tristeza y confusión la figura que
se perdía entre la neblina, cuando su vista fue a parar en una pequeña lápida
vieja y gastada, oculta entre la maleza junto al sendero. Llegó hasta ella,
dejando un rastro carmesí, y con lentitud y gran esfuerzo se deshizo de las
ramas.
Sus agotados ojos miraban con asombro e
incredulidad su nombre estampado en la piedra, y con los dedos hizo el intento
de tocar la escritura, poniendo empeño en el año antiguo. Al instante, su
figura se difuminó en el aire, exhalando un último suspiro.
Caminaba por el sendero menos transitado...
Se detuvo y miró hacia ambos lados... Intentando recuperar algo perdido.
AuraLuna
Perdída
Aura Rodríguez
2:45 p.m.
Solo bailaba para él, y como cada viernes,
me había puesto las zapatillas rosadas con listón blanco. Procuré ajustar bien
mi vestido a la cintura, y decidí dejar mi cabello suelto como tanto le
gustaba. El aire tenía fragancias a jazmín, porque secretamente rocié mi cuello
para agradarle aún más.
Acércate, déjame ver tu cintura moverse
suave y tus piernas flexionarse- me dijo haciendo eco en el salón.
Su voz, esa que hondaba profundo en mis
sentidos, hizo que separara mis labios para soltar el aire contenido.
Estas nerviosa, deja que te ayude por
esta vez- dijo con suavidad.
Con galantería y sutileza tomó de mi
cintura, y juré a los cielos sentir sus dedos rozar mi piel, ya cálida por su cercanía
y su aroma varonil. Con lentitud hizo girar mi cuerpo, luego doblar mi espalda
para reposar en sus manos. Su boca muy cerca de mi cuello, peligrando con
hacerme flaquear. Tan cerca para besarlo, para confesarle una vez más mis
pasiones. Por instantes estuve en los aires, y luego fui rescatada en sus
brazos fornidos. Me perdí en sus ojos y el baile, mientras el tiempo se hizo
relativo. En cierto momento, mis pies tocaron el suelo.
Has estado hermosa, como siempre. Por favor,
nunca dejes de bailar para mí- dijo sosteniendo mi mano.
Entonces abrí mis ojos, y el silencio se
hizo penetrante. Di media vuelta, retirando flequillos grises de mi frente, y
caminé hasta la silla de ruedas ocupada. “Espero que te haya gustado, ha sido
solo para ti”.
AuraLuna
Bailarina
Aura Rodríguez
6:57 p.m.