Llamas de fuego
mezcladas con perfume de rosas,
Y mil gotas de
rocío perlado tan dulces como el azúcar.
Estrellas de
colores brillantes y pequeñas,
Y cantos de
sirena en el fondo de mi pecho.
Tengo todo para
ti dispuesto,
Con mis laderas y
sus altas espigas esperando ser cuidadas.
Mi cuerpo será tu
templo sagrado,
Ven y conoce mis límites,
mis puertas ocultas y selladas.
Abre cada espacio
y reclámalo como tuyo,
Hoy y hasta que
el tiempo conozca el futuro.
Tómalo todo y sin
restricción,
Te lo doy porque
así lo desea mi corazón.
Mi razón ya no me
pertenece, abandonó mi mente y mi juventud.
No demores y deja
tu nombre,
Tu esencia y tu
virtud.
"Porque mi cuerpo ya no es mío .
Mi mente ya no es mía.
Y mi corazón ya no lo tengo.
... Todo, todo, es tuyo"
AuraLuna
Mas que llevarme en tu vientre, me cuidaste y me protegiste de todo.
Me diste tus manos, tus pies, tus ojos.
Me enseñaste lo bueno y lo malo, respetando aun así mi forma de vivir
Me abrazaste cuando tenia problemas y me cantabas hasta dormir.
Porque tu, madre querida, eres Maravillosa.
Que te paraste frente al mundo para hacerme una mujer de bien.
Eres Multitud, eres Mucha.
Porque siempre has de tener tiempo para mi, y alentarme cuando creo desfallecer.
Tu, madre querida, eres Magnifica, eres Mujer.
Y aun cuando me quedo sin palabras, sigues siendo mi Madre,
la mas Mágica palabra que podre pronunciar
en cada paso que este este camino me lleve.
Gracias por cuidar de mi, aun mientras estabas agotada.
Gracias por darme de comer, mientras el pan de tu boca te quitabas.
Gracias por ese esfuerza tan inagotable por educarme.
Gracias por esas horas extensas de trabajo para hacerme sonreír en navidades.
Gracias por reprenderme a tiempo, y evitarme un peor sufrimiento.
Gracias por todo lo mencionado y por todo aquello que no habré dejado aquí plasmado.
Gracias por ser tu mi madre.
AuraLuna
Con todo mi amor para mi amada madre.
Estas cortas palabras son para ti,
y se que bien que te mereces muchas muchas mas.
M de Madre
Aura Rodríguez
9:20 a.m.
Me había quedado parada justo frente a la puerta.
Entonces me di cuenta, algo mojado y apresurado caía
sobre mi cara.
Pero no eran gotas del techo, era un río embravecido,
Que sin mucho esfuerzo ni ahínco se arrastraban
hasta mi pecho.
Ahí, en ese hueco, ese lugar que lleva su nombre,
Que aun me sabe dulce, tan suave como blancas
nubes.
Me había atrevido a cruzar la puerta.
Y mis ojos se nublaron con nubes tan negras,
Que caí sobre el suelo, asustada y con miedo.
Quise gritar pero mi boca no se abría,
Yo solo estaba allí tendida, sin saber nada, sin
escuchar lo que quería.
Y ya nada podía hacer, ya todo se había dicho.
Mire mis manos, y las lleve a mi rostro, ya sin
color ni brillo.
Y deseé quitármelo, arrancarlo de mí y lanzarlo a
los lobos.
Si ya total mi corazón estaba muy herido.
Porque sus palabras fueron como una espada tan
larga y afilada,
Que perforaron mis entrañas y parecía que jamás se
detendría.
Y allí deseé morir, aunque fuera por una noche.
Deseé morir con el vértigo de mi dolor,
Y no despertar nunca al vacío con el que viviría.
AuraLuna
Deseé morir con el vértigo de mi dolor
Aura Rodríguez
8:08 p.m.